Tras meses de espera, por fin ayer llegó el momento en el que Ana Mena se estrenó en el festival de Sanremo. La cantante de Estepona y ganadora de los Premios Veo Veo en 2006 interpretó Duecentomila ore en la primera gala. Su paso por el concurso italiano sorprendió a unos y no tanto a otros.
¿Por qué no fue lo que se esperaba?
Ana Mena se presentaba a Sanremo con un tema compuesto Rocco Hunt. El rapero italiano acumula varios premios en su país, entre ellos el de Nueva propuesta en Sanremo 2014. Además, es el artífice de algunos de los éxitos de Mena como A un passo dalla luna o Un bacio all’improvviso (número uno y número cuatro en Italia respectivamente). Con este currículum, se esperaba que Duecentomila ore fuera un bombazo de canción, un hit instantáneo. No fue el caso.
Precisamente por este éxito comercial que lleva acumulando Ana Mena desde 2018, cuando se publicó D’estate non vale con Fred de Palma, también se esperaba que esto le valiera para no quedar última en las votaciones. Tampoco fue así.
¿Por qué fue lo que se esperaba?
La posición que Ana Mena logró ayer era más que esperada y dependía muy poco de su directo. El voto de las dos primeras galas de Sanremo es emitido al 100% por la prensa y esta ya había dictado su veredicto semanas antes dejándola en último lugar. ¿Influiría en este resultado el hecho de que Mena sea extranjera? No creo.
Hay que tener en cuenta que esta clasificación no es la definitiva. Este jueves todos participantes de las galas de ayer y hoy volverán a cantar sus canciones. En esta ocasión, el voto recaerá en la audiencia: el 50% en un grupo demoscópico de 1.000 personas y el otro 50% en el público a través del televoto. Las puntuaciones se sumarán a las conseguidas en la primera actuación. Veremos si Ana Mena consigue remontar inesperadamente el jueves. Si no, tendrá más oportunidades el viernes y el sábado.
A Ana Mena se la vio incómoda en el escenario y no ofreció el mejor de sus directos. Estaba visiblemente nerviosa, algo que sí podíamos esperar. Es la primera vez que la española se expone al pública italiano con un sencillo propio, con toda la presión que esto implica. Seguro que los próximos días este sentimiento se diluye y la presentación en directo mejora, a pesar de que Duecentomila ore tampoco dé para mucho más.
