Ayer RTVE estrenó las 14 canciones que optarán a representar a España en el festival de Eurovisión y que competirán en el Benidorm Fest. Después de digerir cada una de ellas durante 24 horas, voy a analizar las debilidades y fortalezas de cada propuesta. Empiezo con las siete primeras.
1. Azúcar Moreno – Postureo
Las hermanas eurovisivas más icónicas de España (con el permiso de Son de Sol y las Ketchup) intentarán volver al festival 32 años después de quedar en quinta posición con Bandido. Es precisamente esta su principal baza para esta preselección: sus tablas, su presencia y la cierta gracia que podría hacer volver a verlas como abanderadas (a mi tampoco es que me haga mucha). En cuanto a Postureo, tira demasiado de las producciones que llevamos escuchando repetidamente desde 2017: fusión de flamenco con latino, con guitarras y toques árabes. Eurovisión necesita y se merece más que esto.
2. Blanca Paloma – Secreto del Agua
Secreto del Agua es el tema al que menos escuchas le he dado y que, por lo tanto, más me ha costado digerir. He comprobado que Blanca Paloma tiene un directo buenísimo y quizás es este su principal fuerte. Aún así, enviar una balada por segundo año consecutivo, aunque sea de un estilo diferente a la de Blas, no apetece. Viendo el nivel de las propuestas uptempo que podemos llevar este año, tiene pinta que Blanca Paloma no va a pasar de semifinales.
3. SloMo – Chanel
¿Qué pasa si metes a Lali Expósito, Becky G y a Beatriz Luengo a en una coctelera? Pues que te sale una deliciosa Chanel. Esta cantante, nacida en La Habana, tiene carrera trabajando en musicales y su directo es impecable (en baile y en voz). La principal debilidad de su propuesta es lo manido que está en Eurovisión el estilo de canción al que pertence SloMo. Es el mismo que Replay de Tamta o She Got Me de Luca Hänni. Con decir que la canción recuerda, y mucho, a Todo Cambió de Becky G (2017) queda claro que el concepto llega tarde. Es hora de apuntar hacia otra dirección.
4. Gonzalo Hermida – Quién lo diría
En una preselección en España no podía faltar una propuesta como la de Gonzalo. Una balada teen pop que enseguida compararás con Pablo Alborán, Pablo López o Cepeda. Hermida tiene buen directo pero su propuesta se acerca demasiado a la del año pasado. Le pasa lo mismo que a Secreto del Agua, ¿En serio vamos a ser el somnífero de Europa cuando podemos ser el vodka redbull?
5. Javiera Mena – Culpa
Las cosas como son, Culpa es un temazo electro pop con sello personal. Algo que hemos soñado en enviar a Eurovisión durante años. El problema, y lo que más me preocupa, es el directo de Javiera. Tendrá que trabajar mucho más de lo que hizo para su actuación en los premios Musa (puedes verla interpretando Culpa en este enlace, a partir del minuto siete).
6. Voy a morir – Luna Ki
Apúntate esto en la memoria: Luna Ki nos va a dar los momentazos del Benidorm Fest, más allá de sus actuaciones. No he visto entrevista más incómoda como la que dio en Yu y sus actuaciones son un derroche de seguridad y energía. Su propuesta va a ser la que menos se entienda de todas: un rock alternativo repleto de autotune, algo que facilmente conectará con las generaciones más jóvenes. El problema: estas generaciones son justo el público minoritario de RTVE.
7. Marta Sango – Sigues en mi mente
La concursante de OT 2018 acertó con Por ti en 2019, mejoró con Que más quieres de mi en 2020 y, si el listón estaba alto (igual que las expectativas), Sigues en mi mente no consigue llegar a él. Es un buen tema con reminiscencias al pop nórdico. Las referencias a tropecientas canciones del Melodifestivalen que a su vez han referenciado a ABBA son más que claras. La dificultad de Marta será superar con su directo las propuestas también pop que hay en el concurso y que son, a priori, más efectivas que esta. Me temo que ni un directo de 10 (algo que Marta ha demostrado poder ofrecer) va a conseguir que Sigues en mi mente acabe ganando el Benidorm Fest.