A estas alturas empieza a ser complicado saber por donde nos va a salir Rosalía y, la verdad, tiene su morbo. Después de la -demasiada- convencional bachata La fama, con The Weeknd, por fin podemos escuchar el segundo adelanto del nuevo álbum. Saoko se incluye dentro de Motomami, que verá la luz el 18 de marzo.
La mariposa es el símbolo de la nueva era de Rosalía y no podría ser más acertado a la par que recurrente. Con Saoko la catalana se transforma, se reafirma y experimenta. Lo más cercano sería a A palé, pero con una evolución en cuanto al sonido. Distorsiones en la voz, también en el ritmo clásico de reguetón y con la presencia de un sorprendente fondo jazz. ¿Quién da más?
Hay homenajes a Kim Kardashian y a Vivienne Westwood, icono de la moda punk en los 70. «Sé quién soy a donde vaya, nunca se me olvida, yo manejo, Dios me guía». Para no perder la costumbre, también hay referencias homéricas con menciones a Troya.
Saoko es un término africano que en slang portorriqueño significa alegría, ritmo y movimiento. Además, es el título de un tema de Wisin y Dadd Yankee y al que Rosalía rinde homenaje en la letra de este single.
La transformación no solo se queda en la canción, si no también en el vídeo. Está dirigido por el francés Valentin Petit, relativamente poco conocido en la escena musical pero bastante popular en la de anuncios para marcas de lujo. En él vemos a Rosalía, con ojos grises y cejas rubias, en una escapada al más puro estilo Hollywood. Esta temática la hemos visto antes en otros vídeos, como Judas de Lady Gaga o Harleys In Hawaii de Katy Perry (por mencionar dos), pero aquí hay una vuelta de tuerca más gamberra y más latina. Saoko mola.